Es lógico que, al igual que nuestra piel, nuestro pelo cambie con las estaciones. Pero, ¿qué significa esto en invierno, cuando empieza a refrescar y la calefacción empieza a funcionar a toda potencia? Normalmente, el resultado es un cuero cabelludo seco y una melena que necesitan desesperadamente hidratación.
En esta guía, compartiremos nuestros consejos expertos sobre el cuidado del cabello en invierno.
¡Has leído bien! El equipo de Rossano Ferretti Parma está a punto de compartir algunos secretos profesionales. Vamos a enseñarte cómo cuidar el cabello en invierno en casa, ¡gracias a los más de 30 años de experiencia en el cuidado del cabello de nuestros #RFArtistas!
Pero primero, vamos a responder a una pregunta –
¿Por qué deberías cambiar tus cuidados capilares en invierno?
Los apacibles meses de invierno pueden calmar tu alma, ¡pero pueden causar estragos en tu cabello! ¿Por qué? Combina el aire frío y ventoso con las calefacciones artificiales y los radiadores, ¡y tendrás la receta para el desastre! Este aire seco y temperamental puede absorber la humedad (y a veces la vida) de tu melena, dejándolos quebradizos, vulnerables a la electricidad estática y apagados.
Para lucir un pelo sano que te dé confianza y te permita estar radiante incluso cuando no hace sol, te recomendamos que prestes especial atención a tu rutina de cuidado capilar en invierno.
6 consejos para cuidar el cabello en invierno
Déjanos enseñarte cómo cuidar el pelo seco en invierno: tenemos toda una lista de ideas para tu rutina. Desde nuestros mejores champús y acondicionadores naturales hasta mascarillas y tratamientos reponedores para el cabello, te ayudaremos a nutrir y suavizar esos mechones incluso cuando el invierno es más crudo.
Allá vamos:
- Cuida tu cuero cabelludo
La combinación de la calefacción central y el frío puede eliminar la humedad del cuero cabelludo, dejándolo seco y posiblemente escamado. Es lógico que quieras cuidar más la piel de tu cabeza durante esta estación.
Te presentamos nuestro exfoliante para el cuero cabelludo de la colección Prodigio. Este champú exfoliante de lujo elimina las impurezas y las células muertas de la piel, sacudiendo esas escamas y calmando el cuero cabelludo desde el primer momento. Utilízalo una vez a la semana como sustituto de tu champú habitual para mantener el cuero cabelludo nutrido e hidratado (sin tener que lidiar con el exceso de grasa y el cabello graso).
Lee nuestro útil artículo sobre cómo deshacerte del cuero cabelludo escamoso aquí.
- No te pases con el champú
Cuando notamos que tenemos escamas en el pelo (no estamos hablando de bonitos copos de nieve, sino del molesto tipo de piel seca), tendemos a lavarnos el pelo más a menudo para intentar deshacernos de ellas. Pero esto es un gran error.
El cuero cabelludo es muy bueno regulando su entorno, si se le da la oportunidad. Cuanto más te lavas el pelo, más le quitas al cuero cabelludo sus aceites naturales, que hacen maravillas para hidratar la piel y el cabello y protegerlo de la aparición de parches de piel suelta y con picores que provocan la descamación.
Como no sudarás tanto como en verano, lavarte el pelo con menos frecuencia no debería ser demasiado difícil. Siempre puedes utilizar un champú en seco de calidad entre lavados para mantener tu melena limpia y fresca.
También nos gustaría sugerirte el Champú Revitalizante Vita para cuando te laves el pelo. Inspirado en las lluvias otoñales que revitalizan la campiña toscana, este champú ha sido formulado exclusivamente para dar vida al cabello castigado por el verano.
- Evita peinarte a diario con calor
Los rizadores, las planchas y los secadores son los culpables de crear o empeorar la sequedad capilar en invierno. Las altas temperaturas de estas herramientas causan estragos en los niveles de hidratación del cabello. En pocas palabras, hacen que el agua de nuestro cabello se evapore, dejando el cabello desprotegido frente a una mayor pérdida de humedad. Cuanto más seco está el pelo, más propenso es a sufrir puntas abiertas y roturas. Además, el pelo deshidratado tiende a perder brillo.
Intenta dejar que tu pelo se seque y se fije de la forma más natural posible para cuidarlo mejor en invierno. Pero, dado que desterrar por completo las herramientas de peinado con calor puede resultar complicado durante la temporada de fiestas, asegúrate de que el cabello recibe un extra de hidratación y humedad con el Aceite Protector e Iluminador Brillante.
4. No salgas de casa con el pelo mojado
Ese «cuento de viejas» que dice que no debes salir a la calle con el pelo mojado tiene fundamento. Cuando el pelo está mojado, es más vulnerable. ¿Por qué? Las gotas de agua que quedan en el pelo pueden congelarse a temperaturas bajo cero, lo que provoca que se hinchen y, al hacerlo, estiran el tallo capilar. Esto puede dejar tu melena sensibles y expuestos a los elementos. El resultado es un cabello quebradizo y encrespado.
Ah, y otra cosa: evita cepillarte el pelo de forma abrasiva cuando esté mojado. El pelo mojado es más débil y hay que tratarlo con cuidado. Exprime suavemente todo el exceso de agua con una toalla o una camiseta de algodón (no lo seques bruscamente) y utiliza un cepillo desenredante para cepillar suavemente desde las puntas hacia arriba.
- Trata tu pelo con una mascarilla nutritiva
Cuando la nieve cubra el suelo y el frío apacigüe la noche, relájate y regálate una mascarilla capilar. Independientemente del estado de tu cabello o de su textura natural, aplicar una mascarilla semanal te ayudará a combatir el pelo de invierno, dejando tu melena sedosos, brillantes y óptimamente sanos.
Si tienes el cabello de normal a seco, prueba nuestra mascarilla reparadora y nutritiva Dolce. Enriquecida con ingredientes naturales como la manteca de karité, aceites de frutas, queratina y ácido hialurónico, esta mascarilla desestresa y suaviza las melenas para dejar un cabello más manejable.
Si deseas cuidar el cabello grueso o rizado en invierno, elige nuestra mascarilla hidratante y reparadora Intenso. Esta mascarilla está diseñada para domar el cabello grueso y rebelde en invierno y verano.
Para el cabello canoso o debilitado, o para el que ha sufrido el desgaste propio del verano, lo mejor es nuestra mascarilla revitalizante Vita, que ha sido galardonada con varios premios.
- No te duches con agua demasiado caliente ni demasiado fría
Aunque resulte tentador subir la temperatura cuando hace fresco, el agua muy caliente no le hará ningún favor a tu cabello. El agua caliente puede llevarse los aceites naturales del cuero cabelludo, debilitando el cabello y haciéndolo más propenso a la rotura. El agua caliente también puede hacer que los tratamientos de coloración se vayan más rápido.
De hecho, el agua muy fría puede ser igual de agresiva para el cabello.
Así que, como Ricitos de Oro, asegúrate de que la temperatura es la adecuada. El agua templada es reconfortante y suave para el cabello.
También puedes plantearte reducir el número de lavados semanales. Deja pasar uno o dos días entre lavados para que tu cabello se impregne de los aceites naturales que produce el cuero cabelludo y se recupere desde el interior.
Truco: Aplícate una mascarilla de tratamiento antes del lavado para proteger y nutrir tu cabello de una sola vez.
- Deja de llevar gorros todos los días
Sabemos que los gorros de lana de invierno son una monada, pero puede que a tu pelo no le resulten tan atractivos. Cuando la cabeza se calienta bajo el sombrero, los aceites cerosos naturales se vuelven más fluidos, lo que puede engrasar el pelo. Por otro lado, si tu pelo no está hidratado, algunos tejidos pueden crear electricidad estática, dejándote el pelo rebelde.
Para evitarlo, asegúrate de que tu pelo está bien hidratado. Es el caso de nuestra mascarilla capilar semanal. Y si no puedes salir a la calle sin tu gorro, ¡no pasa nada! Lo que puedes hacer es forrar la parte interior del gorro con seda. Así reducirás la fricción y mantendrás tu cabello suave y sin electricidad estática.
Saber cómo cuidar el cabello natural en invierno es lo que te ayudará a mantenerlo bonito y brillante durante todo el año. Merece la pena hacer un esfuerzo extra.